17-07-2020
Estimados/as Colegas compartimos un escrito elaborado por el Área de Género y Diversidad del Colegio de Psicólogos de Santa Fe -1° Circ.- en conmemoración del cumplimiento de los 10 años de la sanción de la ley de Matrimonio Igualitario
15 de julio
Aniversario de la aprobación del Matrimonio Igualitario
Este 2020 nos encontramos con el décimo aniversario de la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario (Ley 26.618), sancionada el 15 de julio de 2010, que convirtió a la Argentina en el primer país de América Latina, y el décimo país del mundo, en consagrar la ampliación del matrimonio a parejas del mismo sexo. Esta normativa fue la base fundamental para el reconocimiento legal y social de la diversidad.
Es por esta razón que, desde dicha aprobación, el 15 de Julio se celebra el Día de la Igualdad en Argentina, con el fin de recordar aquella fecha, en la cual el Congreso de la Nación votó a favor de la Ley del Matrimonio Igualitario durante una jornada que se extendió hasta la madrugada. Mientras cada uno de los senadores daba su voto y explicaba sus razones, un gran número de personas se reunió en la puerta para escuchar en vivo y en directo el resultado de la votación.
Muchas personas parte del movimiento LGTBIQ+ recientemente han elevado sus voces ante esta conmemoración - celebración y nos parece válido resaltar algunos fragmentos y preguntas que con sus propuestas nos interpelan en lo cotidiano y en nuestras prácticas psicológicas.
“Históricamente, el derecho a la unión conyugal fue un privilegio de la heterocissexualidad que fue disputado y vuelto una demanda político sexual desde el colectivo LGBT. Durante 2010, en una escena protagónica como nunca antes y transmitida en todo el país, en medio de discursos de odio, patologizantes y ridículos, se dio la batalla histórica sobre la posibilidad de elegir una condición jurídica, un reconocimiento legal a una opción o forma del amor: el matrimonio civil igualitario.
Algunos hitos evidenciaban un hueco de dolor, como el día en que Carlos Jáuregui se quedó sin casa, sin nada más que un bolso con ropa y libros, tras enviudar, luego de tantos años de vida compartida. O cuando, desde la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), expresaron que había personas a las cuales no dejaban entrar a terapia intensiva para ver a su pareja o asistir al velatorio, y así una lista anónima de situaciones.
El contrato civil del matrimonio, esa ley creada sólo para dos, un pacto como forma de amor monogámico, como un proyecto de vida a alcanzar, regulado por el Estado y, quizás, plagado de estereotipos, puede ser más o menos disputado, simbólica y realmente, desde miradas disidentes y queer que permiten romper con un orden sexo genérico de afectos e intercambios. A fin de cuentas, casarse era un privilegio heterosexual y que hoy exista la posibilidad de elegir para todxs nos torna, como sociedad, un poco más plurales y contribuye a que cada quien haga lo que quiera según su vivir, sus deseos y afectos.
Las demandas por reconocimiento conyugal se desarrollaron en el contexto de un Estado interesado en reconocer derechos humanos y, especialmente, sexuales. Pero esto no basta para explicar el triunfo social del “matrimonio igualitario”. Durante 2010, asistimos a una polarización social en torno a la diversidad sexual que no tiene antecedentes en Argentina. La posibilidad de aprobación del “matrimonio igualitario” pasó a ser tema de debates en los almuerzos familiares, las crecientes redes sociales y las calles. Soy de quienes defienden la idea de que la mutación discursivo-política de “matrimonio gay-lésbico” en “matrimonio igualitario” fue clave para hacer frente al conservadurismo religioso que, a sabiendas de una creciente aceptación social, ofrecía instituciones como la unión civil, supuestamente más modernizadoras (laicas), pero que negaban el derecho a la adopción”.
A 10 años del Matrimonio Igualitario en la Argentina
La Tinta, 15 julio, 2020 Emmanuel Theumer
¿El “matrimonio igualitario” es suficiente para remover los sedimentos culturales con los que nos pensamos como sociedad, así como también la ciudadanía y la política, e incluso los modos de producción con los que se moldea y habita lo humano?
¿Nuestra escucha está sesgada con privilegios que responden a la heterocissexualidad? ¿Nos pensamos desde la heteronormatividad?¿ consideramos que todxs tenemos el derecho a decidir sobre todos los aspectos de la vida? ¿y las mismas posibilidades? ¿somos respetuosxs y preguntamos o simplemente suponemos y nos quedamos con las obviedades?
«La ley fue un piso, todavía pagamos costos por visibilizarnos. Se preguntaban “qué más queríamos”, si según ellos y ellas ya no nos discriminaban, podíamos tener la unión civil -casi como un consuelo-, y si, todes, se mostraban muy preocupados por los niños y niñas que podríamos adoptar. Estas personas privilegiadas, con todos sus derechos, nos decían y le preguntaban a la sociedad “cuál era la urgencia por esta ley”, que antes había que atender a los jubilados, la pobreza, la situación social, y miles de cosas más, miles de cosas antes que nuestros derechos.
Cuando a las cuatro de la mañana finalmente se sancionó la ley, lloré, lloré un montón. Era un paso más, una ley que también daba fuerza a otra que ya se estaba trabajando y rosqueando: la de identidad de género
Pero más allá de la importancia de esta ley, siento que en lo social aún estamos atascades. Todavía hay una brecha enorme entre lo que dice la ley y lo que nos pasa nivel social. Aún hoy, especialmente para las lesbianas, es difícil visibilizarse, es costoso. Y si ni siquiera podemos visibilizarnos, decir quiénes somos, a quiénes amamos, a quiénes deseamos, ¿cómo vamos poder salir a luchar por nuestros derechos? Nadie se casa con su compañera si su familia y su entorno no saben que esa “amiga” es en realidad su pareja.
La ley fue un piso. Aún falta para que muchas compañeras puedan salir del clóset con tranquilidad, sin el miedo a ser expulsadas de sus entornos familiares y afectivos. Aún falta para que haya profesionales de la salud que se visibilicen como lesbianas y puedan abordar la salud y la sexualidad integralmente desde ese lugar. Todavía el Estado no nos garantiza que si salimos de ese clóset todo va a estar bien afuera, no hay atención primaria para contener a quienes quedan despojades de todo por ser quienes son.
Todavía estamos a años luz de esa realidad que nos auguraba el espíritu de la ley, nos falta transitar muchísimo en lo cotidiano, en lo diario y por eso es necesario que sigamos luchando desde el lugar del orgullo, de pertenecer, de ser y crecer en libertad.
Por Pausa - Jul 14, 2020 Por Mary Mangold Médica sexologa, militante lesbofeminista independiente
¿Nuestras intervenciones terapéuticas están posicionadas desde una base moral que responde a nuestras subjetividades? ¿Somos capaces de escuchar activamente sin “adoctrinar” desde estereotipos y prejuicios que todo el tiempo se nos juegan en lo personal? ¿Como profesionales de la salud y ciencias humanas intervenimos y nos sumamos a participar en los debates y espacios sociales con aportes que fomentan o invitan a la reflexión de otros discursos que se posicionan desde la discriminación y el odio? ¿Contribuimos a que lxs otrxs puedan habitar su deseo libremente? ¿acompañamos en los procesos subjetivos de nuestrxs pacientes, vínculos y sociedad?
¿Como profesionales nos posicionamos libre y políticamente desde nuestras orientaciones y diversas maneras de vincularnos o elegimos ocultarnos? ¿nos incomoda conocer y reconocer en nuestro ámbito a profesionales que elijan otros modos de habitarse?
«La ley vino reparar una injusticia: vínculos de amor y familia no heterosexuales que el entramado jurídico hacía de cuenta que no existían»
Por Pausa - Jul 14, 2020 Por Ernesto Meccia
Sociólogo, profesor UNL y UBA, investigador del IHUCSO Litoral
Este ritual donde el amor se vuelve demostración hacia terceros fue alimentado en su forma heteronormativa desde todos los lugares posibles: los cuentos de hadas, príncipes y princesas, las canciones de amor, la gráfica, el cine y todas las expresiones culturales que nos erigen como mundo (con claras excepciones). Y pongo el foco en las artes porque es desde allí desde donde creo que podemos modificar y derrumbar construcciones osificadas.
Por otra parte, no olvidemos que una ley no cambia la forma de pensar de las personas, pero sí posibilita el ejercicio de derechos. Aún hoy, en muchas familias, el rol de cualquier integrante LGBTIQ, en una ceremonia de matrimonio se limita a: el tío solterón, la tía extraña, el peluquero de la novia, el diseñador del vestido, el decorador del salón de fiestas, o el/la pariente que se “disfraza” del sexo opuesto; pero nunca ocuparán dentro del seno de esa familia el rol protagónico del novio, la novia. Léase además, en estos roles, que la discriminación hacia la mujer lesbiana, bisexual, es aún mayor por el sólo hecho de ser mujer.
Por Rubén Von der Thüsen, actor.
Sabemos que lo que no se nombra no existe, no tiene entidad: ¿Nombramos?¿Cómo nombramos: a las personas, pacientes, aquellos deseos, formas vinculares...lo que es diferente a nosotrxs ?
«Queremos vivir nuestras vidas en nuestros propios términos sin pagar costos altísimos por eso. Muchas personas LGBT -y algunas heterosexuales- apostamos a formas de hacer familia que no encajan en el modelo de matrimonio talle único. Parejas -es decir, dos personas con un compromiso basado en la afinidad sexual- no casadas, relaciones no monogámicas -más de dos personas con vínculos basados en la afinidad sexual-, familias monoparentales o multiparentales, familias extensas o agrupamientos de personas basados en una afinidad no sexual ni filiatoria (amigxs, ex parejas).
No se cuestiona el deseo de algunas personas, heterosexuales o LGTB, de casarse por el significado espiritual, religioso o cultural que el matrimonio tenga en sus vidas. Lo que se cuestiona es un orden social donde el Estado otorga a las personas casadas beneficios legales únicos y exclusivos y no brinda soluciones a las necesidades que todas las familias tienen de bienestar económico, reconocimiento legal y tranquilidad mental. Se cuestiona el matrimonio como institución política y su naturalización.
Entre las fuerzas que imponen, propagan y sostienen por la fuerza al matrimonio podemos enumerar los privilegios económicos (todas las medidas por las que el Estado da ventajas económicas a las personas casadas haciendo del matrimonio la elección económicamente más ventajosa en una economía capitalista), todos los incentivos y puniciones legales y todas las coacciones sociales para buscar en el matrimonio la solución única y privilegiada a muchos problemas producidos por el mismo régimen. Creo que el ejemplo más doloroso y habitual para muchas personas LGBT sea la opción del matrimonio como forma de escapar de la injerencia legal de las familias de origen, quienes pese a ser los núcleos centrales de propagación de las violencias homolesbotransfóbicas, son considerados de partida las personas indicadas para tomar decisiones sobre nuestra salud, nuestros hijos e hijas, nuestra economía.
Las personas que tenemos otras configuraciones vinculares somos permanentemente interpeladas y nuestro desamparo legal es desestimado por nuestra negativa al matrimonio. Necesitamos soluciones legales a las necesidades de todas las familias, lo que Polikoff llama “estrategia de valoración de todas las familias”.
Muchxs de nosotrxs no queremos igualdad, y eso genera malestar en muchas personas heterosexuales que están acostumbradas a que su vida sea tomada como la norma. Queremos libertad, queremos vivir nuestras vidas en nuestros propios términos sin pagar costos altísimos por eso. Queremos construir el mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones y que, más aún, creemos que es posible. Y necesario.
Por Pausa - Jul 13, 2020 Por Celeste Caudana
Lesbiana, feminista, no monogámica, médica psicoanalista
¿podrá ser el aniversario de la ley del matrimonio igualitario el puntapié para pensar otras configuraciones vinculares y de filiación con la misma libertad que las hetero-cis-normadas?
Reflexión:
La posibilidad de casarse ha sido sumamente controversial dentro de los movimientos sociales de la comunidad LGTBQI+ que originalmente ha buscado cuestionar el modelo institucional heteronormado, sin embargo el acceso a este derecho, en la mayoría de los países, se inscribe dentro de una fase de los movimientos sociales un tanto coptada por el capitalismo -la gaycidad- y lo que algunos llaman la homonorma. En tanto los movimientos de disidencia sexual que intentan retornar a las luchas originarias de los movimientos LGTBQI+ y su vinculo con otros grupos vulnerados como migrantes, negros, comunidades originarias, diversidad funcional y mujeres; explican la importancia que tuvo la equiparación de igualdad política mas allá de que luego algunas personas decidan formar otro tipo de instituciones diferentes a la familia tradicional. El matrimonio igualitario sería en este sentido un modo mas de instituir el reconocimiento de estas existencias con igual valía e iguales derechos, realizando pequeños avances para dejar de ser ciudadanos de baja intensidad en medio de un mundo heterno-cis-normativo.
A sabiendas de que los discursos sociales intentan regular deseos, sexualidades, géneros, identidades y modalidades vinculares, de que incluso las leyes (como las de matrimonio igualitario, identidad de género) resultan efectivas reparando derechos tiempo después de que sujetxs las necesiten, estar advertidos como profesionales de la salud mental del padecimiento subjetivo de quienes viven “por fuera de la norma y legalidades estatales” permite alojar y generar una práctica psicológica respetuosa, libre de violencias y sumamente amorosa.
Referencias
Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA). (2019). Homofobia de Estado. 13° ed. Recuperado de: https://ilga.org/downloads/ILGA_Homofobia_de_Estado_2019.pdf
https://identidadydiversidad.adc.org.ar/…/Derechos-LGBT-Inf…
https://www.argentina.gob.ar/inadi/conmemoraciones/julio-15
http://servicios.infoleg.gob.ar/…/165000-1…/169608/norma.htm
https://latinta.com.ar/…/10-anos-matrimonio-igualitario-a…/…
http://www.pausa.com.ar/…/la-ley-fue-un-piso-todavia-pagam…/
http://www.pausa.com.ar/…/la-ley-vino-reparar-una-injustic…/
http://www.pausa.com.ar/…/el-resquebrajamiento-de-un-mundo…/
http://www.pausa.com.ar/…/queremos-vivir-nuestras-vidas-en…/
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